Carta a mi ángel (Sergio Dalma)
Mi adorado Sergio:
Dicen que los ángeles son espíritus
inalcanzables... mas cuando te haces presente en el escenario y se hace tu
palabra melodía, tu voz va recorriendo las fibras más sensibles de mi anatomía,
haces vibrar mi ser… y estremecida, me dejo llevar por cada acorde que me eleva
hacia otro universo de ignotas fantasías… Y sigo siendo la niña, que a pesar
del tiempo y la distancia se quedó atrapada en tu fragancia y no te olvida…
He sentido tantas veces el deseo de
hacer llegar a tus pupilas este loco sentir, que supieras de mi existir, y posases por un breve espacio de tiempo tu
mirada en mi verbo desnudo, habitando mis suspiros y siendo testigo mudo de ese
mundo que he tejido con cada una de las baladas, que sin tú saberlo… me
obsequiabas. Pues era yo, tu musa silenciosa, la sombra pudorosa que en el
silencio se proclama, tejiendo en mis desvelos cada una de tus canas, y salvaguardando
tus alas, para que sigas avanzando en tu vuelo vertiginoso. Ahora que sonríes, sé que me estás leyendo, y
adivino en tus ojos la ternura del firmamento… Quédate así, cómplice por un
momento, de esta profunda admiración que entre líneas te confieso, tan pura y
cristalina, que ni los dioses se atreverían a profanarla. ¡Te amo!, con el alma
descalza, sin fisuras, con la esencia de esta malagueña de mar y la luna.
Y llegó el día en que pude sostener mi
sueño entre mis manos, ¿sabes?, aún conservo la tibieza de tu mejilla entre mis
labios, ese beso robado con osadía que me abrió las puertas de un cielo que no
conocía…
Dicen
que los ángeles son espíritus inalcanzables… yo sé que no es cierto, porque tu
voz me brinda sus alas y con ellas yo asciendo.
María
del Carmen Tenllado Yuste / Málaga- España
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