
No os pude entregar mi corazón lacrado,
cuando aún agonizante,
su incesante nombre me repetía.
...¡lo siento!...
no pude daros...¡lo que no tenía!.
Certera herida que dejó sin sangre,
lo que en mi hueco pecho...¡no yace!
con tinta infinita de celestiales estrellas,
mi alma empañada su forma eleva.
¡Corazón!...ya no te siento...
desgarrador es... ¡tu silencio!
distante de mis últimas horas,
...¡en urna de plata!...
lo envuelve la aurora.
Quizás algún día entenderéis,
¿el por qué?...mi lejanía...
no quise condenaros, a la agonía,
de un corazón... ¡que ya no latía!.
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Derechos de autor...Maria del Carmen Tenllado
(Damablanca)
EXPEDIENTE MA-00843-2006
Perteneciente a la obra: "Una Dama Blanca asomada al balcón de sus fantasías
Hermosas palabras... aunque salgan frías y duras de las mismas entrañas. Un saludo.
ResponderEliminarEsta reduro el poema damis pero aveces asi es como se nos plantean las cosas en esta vida y esa actitud es la mejor que se puede tener.
ResponderEliminargracias por pasar por mi blog, es un honor recibir a un escritora de tu categoria por mi pequeño espacio.
un abrazo y felicitaciones por este trabajo
Profundo poema, Dama Blanca. Excepcional, me gustó mucho.
ResponderEliminarGracias por visitar mi humilde blog y por dejar la estimable huella de tu paso.
Tienes un blog genial, escribes muy bien. Será un placer venir en más ocasiones.
Hasta entonces.
Saludos.
me gusta como escribes dama un gran abrazo para tu poesía para ti saludos de afeco y cariño...
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