Receta de Navidad (por la Paz del Mundo)
He de hacer una receta
Por encargo del señor,
para nutrir el mundo con amor
y mitigar tanto sufrimiento.
Habré de buscar sin vacilar
los mejores ungüentos.
Entre ellos, no habrán de faltar:
unos racimos de esperanza,
paz en abundancia,
humildad para endulzar,
abrazos a raudales
oraciones fraternales,
grandes sobres de libertad
que alberguen mensajes de valor.
Exprimir un gran corazón
cuyo elixir se torne en diluvio
Y pueda impregnar este mundo
de sonrisas primaverales,
que hagan fluir las bondades
en las almas más perezosas,
Y se tornen con ello generosas
compartiendo sus pertenencias.
Pues no existe otra ciencia
para hacer un mundo más humano
que la de extender nuestras manos
olvidando las diferencias.
Que no falte el pan en ninguna mesa
ni la ilusión en los ojos de un niño,
que los ancianos se empachen del cariño
que sus nietos les hagan llegar,
Y no podía faltar entre mis ingredientes
manantiales de salud, para los dolientes.
Pongamos todo nuestro cariño,
Y en estas fechas navideñas
a petición de nuestro padre celestial
unámonos en la gran promesa,
de servir al universo una mesa
donde abunde la igualdad.
Os comparto esta receta de amor
Y con ellas sus ingredientes.
Que no quede tan solo en un poema,
que la paz sea nuestro lema
Y el amor la cimiente,
para derribar muros en el futuro
y construir puentes seguros.
Por encargo del señor,
para nutrir el mundo con amor
y mitigar tanto sufrimiento.
Habré de buscar sin vacilar
los mejores ungüentos.
Entre ellos, no habrán de faltar:
unos racimos de esperanza,
paz en abundancia,
humildad para endulzar,
abrazos a raudales
oraciones fraternales,
grandes sobres de libertad
que alberguen mensajes de valor.
Exprimir un gran corazón
cuyo elixir se torne en diluvio
Y pueda impregnar este mundo
de sonrisas primaverales,
que hagan fluir las bondades
en las almas más perezosas,
Y se tornen con ello generosas
compartiendo sus pertenencias.
Pues no existe otra ciencia
para hacer un mundo más humano
que la de extender nuestras manos
olvidando las diferencias.
Que no falte el pan en ninguna mesa
ni la ilusión en los ojos de un niño,
que los ancianos se empachen del cariño
que sus nietos les hagan llegar,
Y no podía faltar entre mis ingredientes
manantiales de salud, para los dolientes.
Pongamos todo nuestro cariño,
Y en estas fechas navideñas
a petición de nuestro padre celestial
unámonos en la gran promesa,
de servir al universo una mesa
donde abunde la igualdad.
Os comparto esta receta de amor
Y con ellas sus ingredientes.
Que no quede tan solo en un poema,
que la paz sea nuestro lema
Y el amor la cimiente,
para derribar muros en el futuro
y construir puentes seguros.
Autor: María del Carmen Tenllado Yuste
Málaga (España)
Málaga (España)
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