Ambos entraron en aquel diminuto ascensor, tras un
inesperado apagón de luz, sintió el aliento agitado de aquel desconocido que
comenzó a explorar su cuerpo sin la más mínima delicadeza. Excitada por la situación la joven no opuso
resistencia, dejando abierta la entrepierna frente a la ferviente amenaza que
la embestía... Al volver la luz
comprendió que tan sólo dormía.
Todo el contenido de este blog se encuentra registrado bajo licencia Safe Creative.
Participa en nuestro foro: "El sendero de la luna"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario