Templo encarnado
No detengas tus ojos en mi anatomía. Soy más que un deseo
donde apaciguar tus instintos, mucho más
que un vientre donde engendrar tu semilla.
En apariencia soy mujer… mas tus ojos te engañan; soy un templo encarnado donde
habita mi alma.
PRECIOSO, SUTIL Y ETERNO POEMA
ResponderEliminarAntonio Jesús
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar