Yo fui una niña muy querida, tanto... que mi madre se ocupó de poner limites en mi camino para que no fuera una malcriada... Eso tengo que agradecerle cada día de mi vida, pues sé aceptar las frustraciones sin necesidad de patalear y coger la puerta... Me mostró valores y me enseñó con su ejemplo que quien te ama no te abandona... poner limites no es atentar contra la libertad de quienes amamos... es enseñarles a respetar y respetarse... quien corre en la vida se cansa antes que aquel que camina...
María del carmen Tenllado Yuste
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martes, 25 de septiembre de 2018
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