Me di permiso para reordenar las piezas que ya no encajaban
en mi mente, corazón y materia… algunas de ellas permanecieron inalterables al
tiempo, soportaron las tempestades de la vida y volvieron a mi, fortalecidas…
otras dejaron grietas en donde seguir perseverando para reforzarlas, pues nunca
habrán de faltar amenazas a la paz en este infierno elegido… Acepto mi
condición mortal, mi vulnerabilidad y defectos. Acepto de mi tránsito por la
tierra cuantas trabas me fueron impuestas para ser esculpida. Acepto la
misión designada mucho antes de pisar este suelo… Al fin he descifrado que todo
lo acordado se materializa en nuestras vidas (llamado), y… todo aquello que nos
aleja de nuestro propósito es excluido de las mismas. El camino se abre ante
nosotros cuando es el sendero correcto… todo fluye, todo es avance y todo
esfuerzo te lleva a la recompensa, pues… es el camino…es por ello necesario
enterrar una parte de nosotros que no permite que progresemos. Acepto mi
billete de vuelta una vez concluya mi ensayo. Solo soy, una pasajera del tiempo con un alma
que liberar.
Derechos de autor: María del Carmen Tenllado Yuste (Damablanca)
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